Kavak es una empresa dedicada a la venta de vehículos usados, creada en México y líder en el mercado latinoamericano. El primero paso de esta empresa unicornio en regionalizar la marca fue Argentina. Por tal motivo la identidad provenía de la empresa madre, pero contaba principalmente con el desarrollo gráfico y de branding.

Nuestro proyecto parte de la interpretación programática y la organización funcional utilizada en México, proponer la paleta de materiales, y con todo ello componer un equilibrio que represente los valores de la marca volcado a la arquitectura. Por lo que hubo que desarrollar una identidad tectónica vinculada a la identidad grafica generada en Kavak México.

Es así como investigamos materiales que definan la marca, proponiendo revestimientos tales como chapas acanaladas rectilíneas, tejuelas de ladrillo, hormigones vistos, géneros y carpetas diseñadas por nuestro equipo. A su vez la propuesta de mobiliario e iluminación son elementos protagónica de esta nueva identidad.

Exploramos y desarrollamos el recurso de las diagonales como expresión asociada al brand-book de marca, las cuales fueron utilizadas para resolver la fachada, la disposición de la iluminación, y las divisiones metálicas & vegetación que configuran la delimitación del open space y organizan el espacio.

El espacio de oficinas esta ubicado en la ex fábrica de Phillips (Argentina) y cuenta con una particular estética fabril, la cual se asoció perfectamente con la estética tectónica que hemos desarrollado en los materiales para la marca Kavak. El espacio cuenta con un desarrollo de 800 m2 diagramados principalmente a través la repetición de unas cajas en el centro del espacio que dividen las áreas de openspace estratégicamente para evitar el “gran espacio”. Estas cajas tan características están revestidas en chapa blanca en su exterior y funcionan como islas, donde se alojan los phone booths, salas de reunión chill, lockers, sitting.

El espacio en general dividido en dos openspace para el area tech y comedor. Hacia el final del desarrollo de las oficinas se encuentran el call center y dos grandes salas de reunión. Se desarrollo un área de gradas y mobiliario especialmente destinada a utilizarse en formato chill.

Kavak es una empresa dedicada a la venta de vehículos usados, líder en el mercado mexicano. El primero paso de esta empresa unicornio en regionalizar su empresa fue Argentina. Por tal motivo la identidad provenía de la empresa madre, pero solo contaba con el desarrollo lo gráfico.

Nuestro trabajo fue recibir las directivas sobre la organización funcional utilizada en Mexico, sumarle la paleta de materiales, y con todo ello componer un equilibrio tonal sobrio que represente fielmente la marca. Por lo que hubo que desarrollar una identidad tectónica vinculada a la identidad grafica generada en Kavak México.

Es así como investigamos materiales que definan la marca como es el ejemplo de la chapa corrugada negra, la propuesta de mobiliario, la iluminación, que han sido parte protagónica de esta nueva identidad.

Exploramos y desarrollamos el recurso de utilizar las diagonales como expresión asociada la letra K, las cuales se pueden verificar desde los aventanamientos, la disposición de la iluminación, y las divisiones metálicas & vegetación que configuran la delimitación del open space cuyas áreas están divididas por consulta de muestrario y recepción.

El espacio comprende un showroom de atención al cliente de 300 metros cuadrados (con una recepción, una sala de reunión y 14 terminales de consulta del muestrario, escribanía), un centro de inspección integral de vehículos para evaluar su estado en ese mismo momento y otros 15.000 metros cuadrados con capacidad para albergar hasta 700 autos del inventario de la compañía.

El desafío de diseñar espacios de trabajo conlleva siempre una especial reflexión acerca del modo en que concebimos la actividad y el desarrollo del quehacer laboral. No cabe duda que la arquitectura, en este sentido, tiene mucho para aportar a la calidad de vida del usuario. Con esta premisa asumimos el proyecto para las oficinas Ualá.

El proyecto se estructura en dos grandes espacios unidos entre si por un pasillo conector y un patio a modo de pulmón. Partiendo de la base de las exigencias programáticas del cliente y de las condiciones inherentes al espacio a intervenir – un tinglado en pleno Palermo – la decisión fue segmentar la superficie total según necesidades de uso. Se generó así un área de recepción que hace de antesala a un gran espacio en doble altura, que propone un único lugar organizado por islas de trabajo.

La utilización de la estructura vista forma parte de un equilibrio entre el antiguo edificio y la nueva intervención. La chapa negra acanalada juega un rol de contraste, por su naturaleza de material contemporáneo, en relación al hormigón rustico. De la misma forma la estructura del techo pintada de blanco guarda una relación muy sutil, en cuanto a despegarse de la estructura existentes a través de los tonos oscuros. Este cambio cromático permite entender un espacio entre lo existente y la nueva intervención.

Esta sala cumple el rol protagónico del proyecto, dando posibilidad a 60 puestos de trabajo, todos con visuales a un patio exterior cuya atracción es el jardín vertical y con plena luz natural. Una gran piel de madera entablonada/teñida reviste muros y cubierta generando un gran espacio limpio de accesorios e instalaciones. Quedan ocultas vigas, mochetas, instalaciones eléctricas, termomecánicas, etc.

Al igual que la primera oficina, este edificio cuenta con un espacio para reuniones informales y espacio de descanso. Diseñado como un muro panal de abejas, donde los intersticios con espacios de uso, todos marcados por tres diferentes materiales, madera, vidrio y hierro.

La decisión de uso de materiales, tanto de revestimientos como de equipamiento mobiliario pretende otorgar al espacio sencillez y calma visual mediante el uso de materiales nobles. Tanto el uso de los materiales constructivos, como los del equipamiento mobiliario, sumado al estudio de iluminación (luz directa / indirecta/ natural) y las condiciones termomecánicas generan un todo que logran el confort ideal a la hora de concebir un espacio de trabajo.